Hiddush, un grupo de defensa del país, presentó un informe sobre el tema, demostrando que los israelíes que no encajan en ninguna de las categorías religiosas reconocidas por el Estado, no ingresan en las posibilidades que este les permite para poder casarse. En Israel no existe solamente el matrimonio civil. Esta realidad lleva a que un 20 por ciento de las parejas israelíes deban registrar sus matrimonios en el extranjero.
El grupo citó un estudio que encontró la confesión que alrededor del 70% de los israelíes elegiría a casarse por fuera del rabinato ortodoxo si es que estuvieran legalmente autorizados a hacerlo.
“El monopolio del rabinato no sólo no contribuyen a preservar el judaísmo sino que es una de las causas para que llevan al odio del público del judaísmo, la identificación de la religión con el fanatismo oscuro” dijo el rabino Uri Regev, jefe de Hiddush.
En aquel estudio se muestra que un creciente número de israelíes dice necesitar “estar
libre de las imposiciones del rabinato” y agrega que el monopolio de este le duele al
judaísmo porque “lleva al público en general a odiar el judaísmo”. Además de muchos inmigrantes, aquellos que no pueden casarse en Israel son los gays y lesbianas y aquellos convertidos al judaísmo.
Otra de las encuestas realizada por el grupo encontró que el 64% de los judíos israelíes apoyan el reconocimiento oficial de todos los tipos de matrimonio, incluyendo parejas del mismo sexo.
Hiddush también ha informado que sólo en 45 países de todo el mundo, la mayoría de ellos musulmanes, tienen políticas de matrimonio tan restrictivas como en Israel.
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